Los libros son un importante medio de transmisión de cultura e información, son elementos fundamentales en nuestro proceso educativo. Además, para muchos leer un libro es también un momento de relajación y ocio.

El 23 de abril se celebra el Día Mundial del Libro y esta fecha nos recuerda que los hábitos lectores requieren cierto cuidado con nuestra visión y postura corporal, para que estos momentos sean cómodos y agradables.

¿Cuál es la mejor posición de lectura? 

De acuerdo con los principios ergonómicos, la mejor posición para leer es sentarse en una silla, con la espalda recta y el cuello ligeramente inclinado hacia adelante. Los pies deben colocarse firmemente en el suelo y las rodillas deben estar dobladas en un ángulo de 90º.

En esta postura podremos leer nuestros libros favoritos sin sobrecargar innecesariamente los músculos de las articulaciones, la espalda y el cuello, además de garantizar un buen flujo sanguíneo por todo el cuerpo.

¿Cuál es la mejor posición para leer un libro en la cama? 

Aún sabiendo cuál debería ser la posición ideal, lo cierto es que no siempre lo hacemos y, de hecho, probablemente leer en la cama sea mucho más común de lo que nos gustaría admitir.

Los peligros de leer en la cama 

• • Excesiva tensión en los músculos oculares: Al leer en la cama, tumbados, obligamos a nuestros ojos a enfocar en un ángulo incómodo, lo que puede derivar en dolores de cabeza y/o vista cansada. 
  • Mayor esfuerzo para los ojos provocado por una luz más débil: Nuestras habitaciones suelen tener una luz difusa y poco intensa. Esto significa que tenemos que leer con poca luz, lo que ejerce una presión adicional sobre el sistema visual, lo que aumenta la fatiga ocular y posibles dolores de cabeza.
  • Postura incorrecta: Encontrar la mejor postura para leer en la cama es bastante difícil si tenemos en cuenta la mencionada posición ideal. Leer en la cama promueve una mayor tensión en los músculos del cuello y la espalda, lo que puede derivar en un dolor persistente y muy incómodo.

La forma correcta de leer en la cama 

Aunque realmente no existe una “manera correcta” de leer en la cama, existen algunas recomendaciones que podemos seguir para intentar minimizar los aspectos negativos mencionados.

En primer lugar, dado que la posición de lectura ideal es lo más vertical posible, en la cama debemos acostumbrarnos a leer apoyados en el cabecero de la cama con la espalda apoyada sobre una almohada grande o un juego de almohadas.

Por otro lado, las piernas deben estar estiradas y en una posición relajada, evitando cruzarlas, ya que esto favorece la mala circulación y la aparición de entumecimiento.

Otra consideración a tener en cuenta es la posición en la que sujetamos el libro. Idealmente, el cuello debe estar recto, no inclinado hacia adelante, y los ojos también deben enfocar en un ligero ángulo hacia abajo. Colocar el libro en tu regazo no es lo ideal, ya que dará como resultado una curva muy pronunciada del cuello y un ángulo incómodo de los ojos.

Además de estas recomendaciones, lo que realmente debemos evitar es leer tumbados de lado o boca abajo. Ambas posiciones pueden parecer cómodas, pero ejercen una gran presión sobre los ojos, los músculos y las articulaciones.

Por último, pero no menos importante, no olvide las visitas periódicas a un especialista para realizar exámenes preventivos y descartar problemas oculares.

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¡Mantengamos nuestra salud visual al día y leamos nuestros libros de una manera cómoda y placentera!